VOLVIENDO EL CORAZÓN DE LOS PADRES.
Malaquías 4:5-6. Promesa de Dios para no maldecir la tierra.
Introducción: hoy día estamos viviendo cambios extremadamente drásticos en la tierra y estos son anuncios de que Dios se está moviendo para cumplir sus planes. La palabra que hemos leído nos dice que el hará volver el corazón de los padres sobre los hijos de los hijos sobre los padres antes de que venga el día grande y temible.
Lo que Dios quiere es que las familias sean transformadas, estamos viendo como los padres chocan con sus hijos, como ya no hay respeto del uno por el otro y esto está causando maldición para la tierra y para las familias.
Dios anhela que los padres tengan relaciones como las que El tuvo con Jesús relaciones sanas llenas de vida, gozo, amor, alegría, paz y fidelidad.
Dios está empeñado en sanar las familias, si no hay familias sanas no hay iglesias sanas y mucho menos una sociedad sana. El quiere empezar por tu casa, quiere demoler todo muro que se ha levantado entre padres e hijos para dividir y traer confusión a los hogares. Hoy Dios empieza a transformar a derribar esos muros. Es indispensable empezar a tener relaciones fuertes y genuinas con nuestros hijos.
MIREMOS LA RELACIÓN DE DIOS CON SU HIJO.
MATEO 3:17 IDENTIDAD. Lo primero que hizo Dios fue afirmar a su hijo darle identidad, mostrarle respaldo. Se hace con palabras. Hoy en día una gran cantidad de personas andan por el mundo sin identidad, porque no hubo unos padres que los afirmaran. Por lo contrario los hacen personas inseguras y sin valor alguno, cuántos niños hoy en día son maltratados verbalmente por sus padres, maldiciendo el día que nacieron, diciéndoles que son un estorbo.
JUAN 3: 35 PROVISIÓN. Todo lo que está a su alcance se lo entrega al hijo. El padre da sin medida, pero no todos viven esa bendición. Algunos tienen que mendigar por algo que su padre debió haber suplido. Estamos viviendo tiempos en los cuales hay padres que prefieren satisfacer sus propias necesidades que las de sus hijos. Muchos se sientan para que sus hijos los vean comer. Otros gastan el dinero de la casa en lugares que no deberían.
JUAN 11:41-42 ESCUCHAR. Dios siempre escuchaba a su hijo ¿Cuánto tu escuchas a tu hijo? Des-afortunadamente el tiempo que le dedicamos para escuchar a nuestros hijos es el de los comerciales, cuando no interrumpen lo tan importante que estamos haciendo. Necesitamos apagar el televisor para escuchar a nuestros pequeños. Cuando los escuchamos empezamos a conocerlos mucho mas. Y cuando no lo hacemos habrá quien lo haga y quizás no les den el mejor consejo.
MATEO 26:39 DISCIPLINA. En esta ocasión Dios tuvo que hacer cumplir lo que ya se había establecido. Así su corazón estuviese arrugado debía cumplir con lo ordenado. Como padres debemos ser así, si decimos algo cumplamos sea bueno o malo. Si no somos capaces de corregir a nuestros hijos tampoco somos capaces de amarlos. Si no disciplinamos a nuestros hijos estamos criando personas que nunca van a sujetarse a las autoridades.
JUAN 10:15 TRANSPARENCIA. El padre no tenia secretos con Jesús todo se lo contaba. Como padres debemos empezar a ser más sinceros con nuestros hijos. No ocultemos cuando hay dificultades en ocasiones es necesario que ellos nos vean llorar, que vean esa parte humana que tenemos. Si siempre estamos mostrando que todo está bien quizás estamos enseñando a nuestros hijos a ser hipócritas y a que no demuestren lo que sienten y eso no está bien, los hacemos poco vulnerables y muy herméticos.
PERDÓN. El padre enseño a Jesús a perdonar a entregar todo sin esperar nada a cambio. Somos los primeros en mostrarles el camino del perdón a nuestros hijos. Pidiéndoles perdón cuando fallamos. Así ellos podrán perdonar y pedir perdón.
ISAIAS 66:12 TOQUE FÍSICO. Es indispensable que su hijo sienta el toque físico de parte suya como padre que lo pueda consentir y darle afecto. Cuál es el lugar predilecto para hacerlo. Nuestra cama. Allí podemos entregarnos sin medida a nuestros hijos y generar esa intimidad familiar que toda familia sana emocional mente necesita.
Conclusión. Cada vez que dejamos de hacer esto que el padre hacia con Jesús estamos alejando el corazón de nuestros hijos y por ende el nuestro también. Hoy es el día para restablecer los principios de Dios.
REFLEXIÓN.
DE UN PADRE A SU HIJO...
Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por los cabellos y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.
Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mí tímidamente y yo solo te advertí que no te portaras mal.
Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos unos pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos, que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mí te indiqué que caminaras erguido.
Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.
Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que
había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una
caricia, pero no pude.
¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido?
Luego escuché unos golpecitos en la puerta. "Adelante" dije adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación.
Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir?, ¿vienes a despedirte?
No contestaste... Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariños-amente.
Te abracé y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba. "Hasta mañana, papito" me dijiste.
¿Qué es lo que estaba haciendo?, ¿por qué me desesperaba tan fácilmente?
Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual.
Tú tenías unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobre todo, sabías demostrar amor. ¿Porqué me costaba tanto trabajo?, ¿porqué tenía el hábito de estar siempre enojado? ¿Qué es lo que me estaba aburriendo? Yo también fui niño. ¿Cuándo fue que comencé a contaminarse?
Después de un rato entré a tu habitación y encendí una lámpara con cuidado. Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener el sollozo y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. Me puse de rodillas y le pedí Perdón al Señor en silencio. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación. Al día siguiente, tu también me perdonaste.
Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día
sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo,
ojalá te des cuenta de que, pese a todos mis errores,
te amo más que a mi vida.
AMEN……AMEN…..AMEN.
Escrito por: Juan Monroy
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GRANDES PROEZAS ALCANZAREMOS EN DIOS
NO PERMITAS QUE NADA DAÑE TU PROPOSITO EN DIOS
¡ NO TE HE DICHO QUE SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS
HA LLEGADO EL TIEMPO PARA VER Y EXPERIMENTAR LAS MARAVILLAS DE NUESTRO DIOS, VER MARES ABRIRSE, FUEGO DESCENDER DEL CIELO Y MUERTOS RESUCITANDO. ¿LO PUEDES CREER?
ENTONCES LO VERAS.
AMEN................................................
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