En Silencio 2
En ocasione, nuestra vida es sacudida por tormentas
espantosas que vienen y destrozan muchas de las cosas que hemos construido, en
otras ocasiones tenemos temporadas donde no entendemos el porqué de las cosas,
en otras podemos vivir confusión y oscuridad para no poder avanzar, pero creo
que en todas estas situaciones lo más fuertes y confrontante es cuando en medio
de ellas no escuchamos a Dios, creo que sumarle a estas situaciones el silencio
de Dios es más duro porque vemos como nuestra salida o respuesta en su
dirección y guía.
Ahora mis amados hermanos asi como la semana pasada hablamos
de aprender a callar, hoy quiero hablar de los silencios de Dios, en verdad
creo que todos los hemos vivido y aun es un misterio por qué en ocasiones él no
contesta, lo que voy a enseñar o hablar en este día puede darnos luces en el
porqué de estos silencios.
Se que muchos de los que estamos aquí en muchas ocasiones
hemos hecho oraciones que han salido de lo más profundo de nuestro corazón, son
oraciones cargadas de sinceridad y aun muchas veces de lágrimas, son palabras
que brotan de lo profundo de un corazón angustiado y necesitado de una
intervención divina, es un grito de auxilio que sale desde lo profundo de
nuestro ser, pero a pesar de tanto desgarro no encontramos sino un silencio
profundo de parte de Dios, allí nuestros pensamientos se entremezclan entre
confusión, desilusión y aun incomprensión.
Mateo 26:36-39 NTV
36 entonces Jesús fue con ellos al huerto de olivos
llamado Getsemaní y dijo: «Siéntense aquí mientras voy allí para orar». 37 se
llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y comenzó a afligirse
y angustiarse. 38 les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta
el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». 39 él se adelantó un
poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es
posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se
haga tu voluntad, no la mía».
Amados hermanos y amigos, no estamos solos, nuestro Señor
sabe que es experimentar esos momentos de dolor y grande angustia, podemos ver
como él tuvo que padecer, pasar por esos momentos donde la tristeza alberga el
corazón, él estaba totalmente destrozado, pero a pesar del dolor el busco a
Dios, él quiso desahogarse y buscar un respiro en su agonía, aun el busco de
sus más cercanos para que le ayudaran a llevar su aflicción, ahora la respuesta
de Dios fue un silencio, el padre no hablo, el padre miro en silencio, ahora sé
que la escritura dice que un ángel vino y lo consoló, pero a la verdad es que
hay ocasiones en las cuales uno lo único que quiere es escuchar a su Papá.
Ahora amados hermanos sé que esto ha sido una realidad para
muchos, sé que varios lo único que han escuchado es un profundo silencio,
mientras el alma esta dolida y destrozada por dentro, sé que Dios ha guardado
silencio con varios de ustedes.
Pero déjeme decirles algo, él ha tenido que guardar silencio
por lo siguiente.
Sofonías 3:17 RV
17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se
gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre
ti con cánticos.
Este texto fue el que vino a mi mente cuando le pregunte
porque calla, él me dijo por amor, por amor callo hijo, si no fuese asi tendría
que intervenir de maneras que no son las mejores, debo callar porque hay
momentos que el silencio es lo único que va a formar a mis hijos, tuve que
callar con Jesús porque el necesitaba vivir ese tiempo solo, el necesitaba en
su voluntad y en su fuerza cumplir con la asignación, asi como cada uno de
ustedes, en ocasiones el sonido del silencio es el que va a provocar que hagan
y se apeguen a mi voluntad.
Es decir que el silencio también es una muestra de amor, es
una manifestación de aquel que nos ama de una forma inexplicable, en verdad que
la vida y el reino de Dios tiene cosas que para la mente humana son
inexplicables, podemos recordar al Padre hablando cuando su hijo era bautizado,
podemos escuchar al padre hablando cuando es la transfiguración, pero ahora en
este momento tan difícil en la vida de Jesús, el callo, el guardo silencio.
Podemos pensar algo y quizás para la mayoría de nosotros el
silencio puede ser una falta de respeto, puede significar indiferencia, pero
como ya les dije en Dios en muchas ocasiones el silencio es una manifestación
inequívoca de su amor, allí él nos muestra y manifiesta un profundo respeto por
las decisiones que nosotros podemos tomar, en su silencio él nos deja que
podamos decidir y tomar la decisión que mejor nos parezca, allí cuando el calla
es que nosotros vamos a poder decidir si seguimos confiando o si por el
contrario nos alejamos de él, aquí podemos reconocer que muchos ya no están por
el simple hecho de que Dios no respondió, es decir el silencio mostro que de
una u otra manera había un interés y no una relación de amor y entrega.
Jesús decidió cumplir con el plan, él no se echó para atrás,
el decidió hacer lo que era más conveniente para asi poder manifestar el diseño
que desde la eternidad se había establecido, mis amados hermanos asi como en
muchas ocasiones nos toca guardar silencio frente algunas situaciones que pasan
nuestros hijos asi mismo él lo hace con nosotros, cuantos hemos experimentado
el llevar a nuestros hijos a que les pongan una vacuna, aunque sabemos el dolor
que eso le va a producir, debemos callar porque es por su bien, porque es
necesario para su buen desarrollo, quizás muchos de nosotros lloramos en
silencio al ver sus quejidos, pero a pesar de eso no intervinimos para que no
sucediera, tuvimos que callar y solo ver, creo que de igual manera el Padre
actúa con nosotros, calla de amor, guarda silencio por nuestro bien aunque
quizás el también este llorando.
De la misma manera, en los momentos de sufrimiento o de profundo dolor en los cuales sientes que estás abandonado por Dios en medio de tus peticiones, recuerda que los sentimientos de abandono o el silencio no significan que Dios abandona a sus hijas e hijos. Todo lo contrario, son momentos en que Dios los sostiene y los santifica a través de ese silencio.
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