Siendo Atacados.
Génesis 37:5
José, el soñador el jovencito que
empezaba a ver los propósitos de Dios para su vida, el amado por el padre, el
que traía un sello de la eternidad, marcado con diseños tremendos, el joven que
creyó a Dios y Dios lo exalto, el que fue odiado por sus hermanos. Este es el
que quiere contar sus sueños, el que intentaron matar y fue sacado de su casa
para venderlo como esclavo.
Saltan a mis ojos las palabras ABORRECERLE MAS, con esto veo que ya
era aborrecido, odiado por sus propios hermanos, había un sello en el que
causaba que los demás tuviesen envidia, que no lo pudieran aceptar, José era
diferente a sus hermanos ya que este informaba a su padre de la mala fama que
tenían sus hermanos, era aborrecido porque amaba la justica.
José no era como el status cuo, él no
se dejaba encajar en el molde de todos, no vivía por tradiciones familiares, ni
estructuras naturales, ese José, tenía la marca que aborrecen los que
pertenecen al mundo, todo aquel que no se alegra con el crecimiento y la
prosperidad de sus hermanos actúa igual a los hermanos de José.
Que tremendo que podemos ver esto
mismo en la vida de David, el joven que apacentaba las ovejas de su padre.
También era tenido en poco por sus hermanos, aun su padre lo dejaba de lado,
parecía que no creyeran que David pudiera hacer algo bueno.
En ocasiones es este el pensamiento,
pensamos que personas no pueden hacer ciertas labores, y hacemos lo mismo que
hizo Isaí el padre de David, dejamos de lado las personas, y pienso que cuando dejo
de lado a alguien no es tanto porque no crea que ellas puedan hacer algo, sino
por el contrario, se me ocurre que más bien muchos dejan de lado las personas
solamente porque saben que quizás esas personas los pueden superar.
1
Samuel 17:28
Este verso nos muestra como David es
atacado por su hermano, simplemente por querer ayudar a su pueblo, el llego a
ese lugar no con la intención de pelear, el solo llego allí por la obediencia
que debía a su padre, pero creo que lo que realmente sucedía es que lo que el
hermano de David dijo que tenía el David, era lo que él tenía en su corazón
soberbia y malicia de corazón. Muchas veces cuando se juzga a alguien no es
tanto por el otro, sino por lo que hay en nuestro corazón.
La envidia o el señalamiento son simplemente
la cara del enemigo, el Diablo Odia cuando la gracia de Dios está sobre alguien
y busca personas que se dejen usar para dañar a los demás.
Somos un cuerpo, somos miembros de un
mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo nunca fue cercenado, por ende, nosotros su
cuerpo debemos seguir ese mismo principio, pues nadie a aborrecido su propio
cuerpo, por lo contrario, lo ama y cuida.
1
Corintios 1:27
Para el mundo natural el que no tiene
es menos que los demás, pero delante de Dios es muy diferente, Dios no mira
capacidad, no mira riquezas la mira es el corazón de las personas, el temor de
Jehová es el principio de la sabiduría, lo que Dios mira no es tu talento, tu
fuerza, tu capacidad. No eso no es lo que mira Dios, ahora no estoy diciendo
que solo usa ignorantes, el usa todo aquel que rinde todo lo que es a su
propósito.
Daniel
5:14 los dioses santos, fue la única forma como
estos personajes pudieron describir al Espíritu Santo, ese mismo que habita en
nosotros, el que nos capacita y nos lleva a crecer en sabiduría y gracia
delante de los hombres.
Muchas veces al juzgar a los demás,
lo que estamos haciendo es sacando lo que está en nuestro corazón, leamos este
verso que está en Santiago.
Santiago
3:14-17 por envidias
Otro ejemplo que podemos ver en la
palabra sobre menos-precio, es el caso de Moisés, un hombre tartamudo escogido
por Dios para hacer maravillas en medio del pueblo, pero a pesar de eso lo
juzgaron, lo señalaron, y se fueron en contra de Él.
Números
12:8-9
Creo que es un precio que debe pagar
todo aquel que ha sido escogido para una labor especial de parte del Señor,
todo aquel que está marcado por el Señor, será juzgado, señalado, y aun
menospreciado. Si quieres cumplir planes eternos, deberás entender que el
camino al éxito está plagado de muchos sin sabores, desplantes, y sobre todo
desprecios, muchos no se alegraran con tus logros, con tus victorias.
José llegó
a ser el gobernante más influyente de su época, segundo luego del Faraón,
piensa que era el imperio más grande de aquel tiempo. David llegó a ser el rey
más sobresaliente de todos los tiempos en Israel, quién ganaba todas las
batallas, aquel a quien Dios dijo: “Varón conforme a mi corazón”, de quién
luego vino Jesús, Moisés “el tartamudo” fue la persona que hablaba con Dios
cara a cara como con un amigo, Dios mismo salía en su defensa.
Pero terminemos con quién no podemos dejar de mencionar. Jesús, otra
vez, menospreciado por su familia y vecinos. Perseguido y juzgado por los
religiosos y políticos, así es, nuestro mayor ejemplo, éste es el estigma
que llevan los escogidos, desde el primero hasta el último.
Isaías 53:3, 1 Corintios 1:28
Has menospreciado a alguien,
quizás sea el que próximamente Dios va a levantar, porque de lo bajo, de donde
no se cree que haya algo de allí Dios levanta, al que menos precian es al que
Dios le pone el ojo, para hacer sus grandes maravillas.
Génesis 50:20 de esta manera es
que debes tomar, las cosas, entendiendo que todo es un propósito de Dios y el
que te menos precia, no sabe que está aportando para tu crecimiento y
cumplimiento de tu propósito.
Hebreos 12:2 NUESTROS OJOS EN EL,
SOLO EN EL.
Cielo Nuevo y Tierra Nueva.
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