El Espíritu de la Novia
Por: Apóstol Rony Chaves
“Y el Espíritu y la Esposa dicen:
Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente.”
Apocalipsis 22:17
La gran tarea apostólica del tiempo presente es preparar a la Iglesia para ser realmente La Novia de Cristo. Cada día la revelación de Dios sobre apóstoles y profetas es abundante y clara para convencerles de que su mayor esfuerzo en el presente y en el futuro debe estar concentrado en enseñar a los creyentes, su papel de Novia del Cordero. La encomienda divina para los profetas de hoy es mostrar en forma transparente al Cuerpo de Cristo su “altísimo llamado” para ser la Novia de Jesucristo y por ende Su Esposa y Reina. ¡Aleluya!
Una de las mayores encomiendas del Espíritu Santo a los intercesores es la de orar constante e incesantemente por el retorno en gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Novio de Su Iglesia.
Los acontecimientos proféticos mundiales han entrado en la esfera de cumplimiento más sorprendente de la historia del hombre y de las naciones. Cristo viene pronto, es el grito a viva voz de los profetas. El llamado a la Iglesia para prepararse para “el encuentro con el Amado” es no sólo urgente sino necesario. La Iglesia como Novia, debe estar preparada para ese glorioso día. Amén.
Hoy en día, existe una agitación inusual por conocer diversidad de temas y manifestaciones divinas: dones, profecías, gozo del Espíritu, unción, etc. Aunque ésto es magnífico muchos se han olvidado de la gran prioridad bíblica de esperar al Mesías de Dios. El ciertamente viene en breve.
"¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado
el que guarda las palabras de
la profecía de este libro."
Apocalipsis 22:7
Hoy, estamos envueltos en demasiados afanes, en edificar templos, organizar conciertos y seminarios. Todo esto en su debido lugar y tiempo es bueno, pero hemos visto por causa de ésto, a la Iglesia cargada de quehaceres y haciendo muy poco para prepararse para el regreso de su Novio Jesucristo.
El Señor viene pronto; Su Segunda Venida está a las puertas. Su Parousía, es decir, Su “aparición majestuosa” será en muy corto tiempo y la Iglesia debe anhelarlo con sumo gozo. Reitero, el Rey viene otra vez, Amén.
El enfoque de mi clamor a Dios en estos días es para que la Iglesia, La Novia de Cristo, sea convencida de su papel como la Prometida del Señor. El Espíritu Santo me ha hecho saber desde muchos años atrás que la Iglesia, es decir, cada uno de nosotros, necesitamos ser llenos, saturados de la “Unción de la Novia”. “El espíritu de la Novia” debe ser despertado en la Casa de Dios para poder esperarle a El y anhelarle cada día más como El quiere y como sólo El merece.
Una novia o doncella enamorada es así:
1. La novia se prepara físicamente con antelación para su encuentro con el novio.
2. La novia se desvive en cuidados y afeites o cosméticos para embellecerse para el encuentro con el novio.
3. La novia perfuma su cuerpo con el más delicado perfume antes de verlo a él, su novio.
4. La novia tiene su pensamiento puesto en su amado y constantemente piensa y sueña despierta con él.
5. La novia limpia y cuida sus vestidos que escoge bien antes de la cita con su prometido.
6. La novia sólo habla de él, de sus virtudes y talentos.
7. Sueña de día y de noche con el novio.
8. La novia ríe de amor por su novio aún estando sola.
9. La novia sólo es atraída por los galanteos de su novio.
10. La novia se alegra ante la voz y canto de su amado.
11. La novia le hace poemas y canciones a su prometido.
12. La novia le canta y le susurra su amor a su amado.
13. Ella espera su cita con el novio con anhelo y desesperación.
14. La voz del amado novio le produce ánimo y contentamiento a la doncella prometida.
15. Ella está dispuesta a pagar un precio alto para poder tener una cita con su novio.
16. La novia sueña con las Bodas y la Fiesta.
17. La novia piensa en la ceremonia y en los anillos de boda.
18. La novia suspira ante la presencia de su amado y casi desmaya de amor.
19. La novia anhela ser la esposa amada.
20. La novia sería capaz de morir de amor si perdiera el amor de su amado.
La lista podríamos hacerla más larga aún. Una novia se relaciona con sentimientos de amor, romance, enamoramientos y sueños. Una novia espera a su amado con ansias, tiene anhelos, emociones y secretos profundos e íntimos de su amor por el novio. La novia está envuelta en el espíritu de la novia. Sus actitudes y acciones son de doncella enamorada. Su mayor deseo es ver al novio, oírlo y acariciarlo. Su corazón y su alma están puestos sobre todas las cosas en él.
Su deleite está en El.
El espíritu del romanticismo sano debe volver a la Iglesia, para amarlo a El como Novia enamorada. Solo así, ésta clamará para que vuelva el Amado. Es una Novia anhelante de Su Amor y enamorada de El la que llamará y seducirá al Cristo de la gloria. La Biblia enseña que el Señor Jesús está por volver a la tierra por una Iglesia Novia, santificada, enamorada de El, sin mancha y sin arruga o cosa semejante.
La revelación profética de que la Iglesia es también Novia, debe envolver sobre todo a los líderes varones; ellos naturalmente no saben cómo hacerlo y jamás han experimentado el sentimiento de una doncella enamorada.
La Novia debe ser despertada en cada hijo de Dios.
Entonces, sin restricciones ni interrupciones, seremos atraídos y seducidos por El. Le haremos poemas y canciones de amor como David; suspiraremos de amor y lloraremos de gozo al oír Su bella voz.
Bajo la unción de la Novia, La Iglesia pensará más en El, soñará más con El y le adorará más a El.
Urgentemente necesitamos “al Espíritu de la Novia” operando en la Casa del Señor; El provocará al pueblo de Dios a limpiarse, purificarse, santificarse y apartarse más para El. El “Espíritu de la Novia” provocará que hablemos más y más, de El. Esta unción poderosa nos llevará a anhelarle más y más al punto que tengamos que buscarle con desesperado amor. Entraremos de continuo en Su Cámara Secreta y le llevaremos nuestras caricias y amor. Aleluya.
No podremos vivir sin Él, no lo podremos soportar ausente. Le llamaremos con urgencia e invocaremos Su Nombre a cada instante. Así, enamorados de El y seducidos por El, entenderemos el grito desesperado de Juan en el libro del Apocalipsis o Revelación. Es el grito de la Iglesia Novia, de la Enamorada del Cordero y de la Prometida por el Espíritu a Cristo quien llena del Santo Espíritu no puede retener su voz. Es el grito de la que anhela la cita con El, la visita romántica del Deseado de las Naciones. Entonces, y solo entonces, gritaremos junto al Espíritu: “Ven Señor Jesús”.
Y El, seducido por la voz y las caricias de Su Novia dirá: “Ciertamente vengo en breve”.
Hoy, profetas y apóstoles, conocedores de este misterio, clamamos con fervor al Padre: “haz de tu Iglesia una Novia Verdadera”.
Entonces y solo entonces al unísono diremos todos al mismo tiempo y en todo lugar.
“Amén; sí, ven, Señor, Jesús”.
La última gran señal: Una Novia Enamorada
Cuando pensé escribir este libro, no tuve ninguna duda sobre cuál sería el título del mismo.
He dedicado treinta años de mi vida a predicar con pasión El Evangelio. Los últimos veinticinco años de esos treinta, los he invertido prioritariamente en hablar de Restauración, Intercesión y Adoración al Dios Viviente. He invertido mis fuerzas en provocar a la Iglesia a enamorarse cada día más de Cristo, esa ha sido la prioridad de mi ministerio y la pasión de mi vida.
Estoy plenamente convencido que nada hará volver a Jesús a la tierra como el amor y el canto de Su Novia Enamorada.
Creo firmemente en la profecía bíblica; día a día vienen a cumplimiento cada una de las que los profetas señalaron que debían cumplirse antes de la Venida Segunda del Señor. Esto me satisface plenamente pues nos da esperanza en medio de estos tiempos apocalípticos y de circunstancias difíciles, pero estoy convencido que aunque fueran mil o más las profecías del tiempo final que se cumplieran, Jesús no volvería por ninguna de ellas excepto aquella que es la imprescindible y necesaria: “Su Novia Totalmente Enamorada”.
Solamente cuando la Iglesia, La Novia del Cordero, en toda nación, tribu y pueblo del mundo le ame como solo El merece y le dé su canto y amor de doncella enamorada, El volverá. Solo la Novia hará volver al Novio para desposarse con ella. Amén.
En los últimos años el Espíritu Santo nos ha entregado proyectos santos para movilizar a los creyentes a la adoración nacional de Jesús (Proyecto Adoración Continental). Esta adoración está encendiendo el fuego y enamoramiento en el corazón de la Novia (Operación Obed-Edom: “Cada Hogar un Altar de Adoración”), llevándola a levantar altares de amor y exaltación a Jesús en miles de hogares, templos y lugares públicos (Tabernáculo de Europa, Tabernáculo de América, etc). El fervor y la pasión hacia el Novio están creciendo. La adoración mundial se está prendiendo cada día más (Día Mundial de Adoración, 6 de junio del 2006) a través de llamados mundiales para exaltar al Gran Rey. Este año crecerá más y más en el Día Mundial de Adoración (7 del 7 del 2007) al levantar un altar mundial para reconocer el Señorío de Jesús sobre el mundo el 7 de julio del 2007. La gran señal está en camino. La novia está mostrando ya su pasión por el Novio. La Novia de Cristo, Su Iglesia, está enamorándose cada día más de El. La última gran señal está ya en vías de cumplimiento. ¡Aleluya!
Son pocos los días que faltan para que vuelva el Amado, Su Novia ya le canta, le compone sus poemas y delira de amor por El. Con toda vehemencia podemos profetizar al ver la Novia Enamorada que el tiempo para las Bodas del Cordero está llegando.
Amén y Amén.
“Gocémonos y alegrémonos y démosle
gloria; porque han llegado las
bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado.
Y a ella se le ha concedido que se
vista de lino fino, limpio y resplan-
deciente; porque el lino fino es las
acciones justas de los santos.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados
los que son llamados a
la cena de las bodas del Cordero.
Y me dijo: Estas son palabras verdaderas
de Dios.”
Apocalipsis 19:7-9
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