jueves, 14 de septiembre de 2017

serie, Espíritu de Grecia 6

Espíritu de Grecia 6

Hemos podido tener mucha luz con respecto a este espíritu que hemos venido tratando, hemos podido ver como se ha metido en todas las esferas de la sociedad afectándola en gran manera, pero lo más complicado es ver como se ha introducido en la iglesia del señor Jesucristo afectándola y quitándole el poder, reduciéndola a una iglesia natural y sin poder, ahora vimos que este espíritu puede o mejor iba a afectar todo el mundo verdad, según lo que leemos en Daniel asi iba a hacer, entonces puede surgir la pregunta, si va a gobernar a todo el mundo, como es que lo derrotamos.

Pues bien, mi querido hermano este espíritu podrá gobernar todo el mundo, pero no la iglesia de Jesucristo, si nos paramos de frente manifestando el poder del señor este espíritu tendrá que retroceder y alejarse de la iglesia, de allí que se necesita hombres y mujeres dispuestos a manifestar el poder sobrenatural de Dios.

Entonces miremos por la palabra como se vence a este espíritu y quienes son los que lo pueden vencer.

Zacarias 9:11-16

Aquí tenemos dos tribus que son la que Dios levanta para vencer a Grecia, la tribu de Judá y la tribu de Efraín, la tribu de la adoración, de la alabanza, y a la tribu de los fértiles, a los fructíferos, estas dos tribus están llamadas a destruir a los hijos de Grecia, el señor despertara a los hijos de Sion, a sus hijos para que destruyan a los hijos de Grecia.

Aquí hay algo importante, sino puedes adorar a Dios es porque el espíritu de Grecia te está afectando, influenciando para no exaltar al rey de gloria, fíjese que la iglesia es quien tiene el poder para vencer este espíritu, pero debe moverse en estas dos dimensiones del reino, uno la adoración, manifestar a la tribu de león se debe rugir, adorar para vencer a este espíritu, pero hay más, sola esta tribu no puede, se debe hacer en conjunto con otra tribu, la de Efraín, Efraín significa fértil, fructífero, es decir que la unión de estas dos tribus es la que va a vencer a los hijos de Grecia.

Recuerde lo que dice la misma palabra por sus frutos los conoceréis, de aquí que muchos no han podido vencer a este espíritu ya que poco adoran y poco fruto es el que muestran en sus vidas. De allí la necesidad de NO ser oidores sino hacedores, de ser personas que entregan su vida en adoración y esa adoración los lleva a dar fruto, el fruto del espíritu que todos debemos manifestar.

Dios va a usar a estas personas para destruir el espíritu de Grecia, los adoradores y los que dan fruto, si en medio de la iglesia hay adoración que proviene del Cielo e hijos llenos de fruto este espíritu no podrá entrar a la iglesia, se mantendrá afuera.

Si como iglesia dejamos de adorar, y dejamos de dar fruto, este espíritu tiene el camino libre para introducirse y afectarla y llevarla lentamente al adormecimiento, Pero cuando empiezan a perder eso, empiezan los razonamientos, los pensamientos, los legalismos, las estructuras, las reglas, las ordenanzas, para ir cubriendo ese hueco que ha quedado tan grande. El hueco que antes llenaba la adoración y el fruto de la vida en el Espíritu, a este punto creo yo que ya tienes más claro si este espíritu está afectando tu vida, al reconocerlo podrás dar el siguiente paso para soltarte de él, sino es asi seguirás viviendo una vida sin fruto y sin poder.

Debemos obligar a nuestros pensamientos a obedecer lo que Dios dice. Tú puedes elegir vivir tu fe, esclavizado por lo que entiendes, o vivir tu fe sujeta al Espíritu de Dios. Basta ya de iglesias y cristianos que se lo pasan hablando de cosas que nunca han experimentado, Dios quiere hacernos verdaderos testigos de su gloria y poder.

Es necesario que, como iglesia, y como sus hijos entremos en la dimensión de decir, lo que digo y lo que hago es porque lo veo de mi padre y porque lo escucho de mi padre, Dios anhela tanto que podamos ser restaurados. Dios anhela que nuestros ojos se puedan abrir a lo sobrenatural. Viene el día en que los hijos, los verdaderos hijos, serán conocidos por sus hechos. Porque ellos verán a Dios a cara descubierta. Y la gloria de Dios estará sobre sus vidas.

el espíritu de Grecia es el encargado de cauterizar nuestra mente. Cerrarnos al Espíritu. De allí que muchos no aceptan las cosas del reino y lo profético, simplemente es este espíritu obrando en las mentes de los creyentes.

Hoy es el día para reconocer cuanto te ha afectado este espíritu en todo lo que haces, cuanto tu mente dirige lo que haces, es necesario dar el salto para que sea el Espíritu el que dirija nuestros pasos.

Miremos algo más Dios compara a Judá con un arco y a Efraín con una flecha, es decir la adoración va a impulsar a los fructíferos contra los de Grecia, pero aparece en escena otra arma la espada, los hijos de Sion serán como espada de valiente, y allí aparecerá Dios sobre ellos enviando sus dardos, pero fíjese que todo comenzó o fue propiciado por los de Judá y los de Efraín.

Zacarias 10:4-9 piedra angular, recuerdan la piedra de Daniel.

Daniel 7:13-28 tomemos la victoria en el señor.

Señor Jesús: necesitamos ser transformados. Vamos a renunciar, voluntariamente, a este espíritu. Espíritu Santo, ayúdame Señor a salir de este cautiverio. Espíritu Santo, ayúdame a ser libre de estructuras de pensamiento que no me dejan ver a mi Padre.
Espíritu Santo, ayúdame. Yo necesito ser libre, Señor. Padre, yo te quiero pedir perdón en esta noche. Porque he aceptado que debo vivir según lo que pienso. Porque he aceptado como verdadero lo que puedo entender, cuando esa no es tu voluntad.
Espíritu Santo, en este momento te pido perdón por haberte hecho callar, tantas veces. He contristado tu voz. Tú has sido enviado para guiarme, para conducirme a toda verdad. Pero yo te he hecho callar. Te pido perdón por eso.
Jesús, te pido perdón. Porque he confiado en lo que entiendo, más que en ti. Porque al leer tu palabra, yo he buscado entender cosas que debería, primero, haber creído. Te pido perdón, Señor, en el nombre de Jesús, por haber aceptado al espíritu de Grecia en mi vida. Mente; a ti te hablo, en el nombre de Jesús. Te pongo a los pies de Jesucristo.
Me gustaría que en este momento te pudieras ver a ti mismo, a ti misma, como a alguien que tiene una caja en tu mano. Una caja que representa todo tu intelecto. Es como si eso fuera tu tesoro. Ahí está tu profesión, tu experiencia, tus años; todo lo que sabes y has aprendido.
Va a ser necesario que digas que has puesto todo eso por basura, por causa de ganar a Cristo. Lo que para ti era ganancia, ahora lo has puesto por basura. Lleva ahora esa caja imaginaria hasta el trono de Dios y ponlo a sus pies.
Dile al padre que le estás entregando todo lo que hasta hoy, era ganancia para ti. Tú inteligencia, tu sabiduría, tus pensamientos. Dile que te quieres volver como un niño, para simplemente creer todo lo que Él te diga de aquí en más.
El trono de Dios tiene muchos escalones que todos podemos subir si nos proponemos hacerlo. Pero a ti hasta hoy se te ha hecho imposible por causa de esa caja que era tu tesoro personal más preciado: tu capacidad intelectual, tus conocimientos profesionales.
Aprende esto: todo eso que todavía hasta hoy era ganancia para ti, es demasiado pesado para levantarlo y llevarlo hasta el trono de Dios. Haz el esfuerzo, es mucho más pesado llevarlo todos los días de tu vida y depender de él. Déjalo allí, a los pies de Dios.
Ahora haz de cuenta que vas a subir los escalones que llevan al trono de Dios. Y será necesario que, en cada uno de ellos, a medida que vayas subiéndolos, vayas declarando punto a punto lo que ahora voy a decirte. Vamos a subir, acompáñame, repite conmigo:
Creo que la Biblia es la palabra de Dios. Inspirada por Él. Soplada por su Espíritu Santo. Y que lo único que necesito para encontrar lo que ella dice, es el Espíritu Santo que habita en mí. Creo en un Dios sobrenatural, que creó todo lo que existe.
Que todo lo hizo hermoso, y lo hizo bueno. Creo en un Dios sobrenatural. Creo que Jesucristo es el Señor, que nació de una virgen, en el tiempo perfecto. Que vivió treinta y tres años y medio sin pecar. Que murió sin pecado, pero llevando el pecado de todos nosotros.
Y que al tercer día resucitó de entre los muertos. Creo en Jesucristo, que fue levantado a lo alto de lo alto, y está sentado a la diestra del Padre gobernando, esperando volver pronto. Creo en Su regreso, cuando Él venga por su iglesia.
Creo en Jesucristo, el único hijo de Dios; cien por ciento Dios. Cien por ciento hombre. Perfecto en todo. Creo que la cruz es lo único que yo necesito para ser salvo. Soy salvo por gracia, por medio de la fe, no por obras. Porque no hay nada que tú puedas hacer para ser salvo, porque has sido salvo por gracia.
Creo en el poder de la sangre, como el único instrumento que mi Padre ha dado, para vencer toda oscuridad. Creo que la sangre de Cristo está en mí, y sobre mí, y conmigo. Que me da victoria, y hace que la muerte no me pueda tocar.
Con cada una de estas declaraciones, si las dices en voz alta pero creyéndolas, tú estás siendo liberado de falsos espíritus engañadores, principalmente el que hoy salimos a buscar, encontrar, combatir y derrotar: el espíritu de Grecia.
Creo en la revelación del Espíritu Santo. Creo en el Espíritu Santo, como el único mensajero de mi Padre. Saco de ese lugar a Hermes. Declaro que él es mentiroso, y acepto que el Espíritu Santo es el único que me puede llevar a entender la profundidad de Dios.
Acepto que el Espíritu Santo me guía, me conduce y me revela lo escondido de Dios. Porque para eso vino. Espíritu Santo: habla conmigo, escribe en mi mente, quiero escuchar tu voz. Estoy aquí para oírte, quiero aprender de ti.
Condúceme, guíame. Aquí está mi vida, llévame al Padre, hazme saber los tesoros escondidos que mi Padre tiene guardados. Hazme conocer mis caminos. Crea entendimiento a mi vida, revélame. Revela mis iniquidades, revela mis errores, revela mis pecados escondidos, líbrame.
Líbrame de toda ignorancia. Espíritu Santo, confío en ti como mi Maestro, como mi guía, como mí mentor. Eres tú el que me guía, y te acepto a ti como la voz de Dios. Y te prometo escucharte, obedecerte, atenderte quietamente.
Declaro que soy un Espíritu con mi Padre, creado a Su imagen, a Su semejanza, y llamado por mi Padre para gobernar. Declaro que soy un Espíritu con Él, que puedo mirarlo a cara descubierta, que mis oídos están diseñados para escuchar su voz.
Que mis ojos están diseñados para verlo. Creo, sé y confieso que soy un Espíritu con mi Padre. Creo en la sanidad divina, creo en el poder de la sangre para sanar mi cuerpo. Cuerpo, a ti te digo: no dependes de las drogas ni de las medicinas; Jehová es tu sanador.
Cuerpo, a ti te digo: te pongo en lugares altos, te establezco en lugares celestiales, te pongo en lugares de sanidad, conforme al deseo de mi Padre. Tengo acceso al mundo espiritual, porque soy espíritu. El reino de las tinieblas se abre a mis ojos, y también el reino celestial.
Yo declaro que puedo percibir, intuir, el mundo espiritual que me rodea. Tengo percepción de los ángeles y los demonios. Declaro que estoy capacitado para moverme en el mundo espiritual, porque he sido diseñado a la imagen de mi Padre.
Tengo acceso a las bóvedas celestiales, a los lugares del segundo y tercer cielo, porque soy un ser espiritual. Espíritu, a ti te digo; espíritu mío: funciona en el orden de Dios. Fluye, muévete en lo espiritual. Te activo ahora, hablo a mi capacidad de intuición en mi espíritu. Te activas ahora. Espíritu despierta. Soplo sobre ti aliento de vida.
Creí, por lo tanto hablé, dice la palabra. Lo que tú estás haciendo es declarar cosas en el mundo espiritual, que van a afectar el mundo natural. Y falta algo más, todavía. Sigue:
Soy fértil, porque la vida de Dios está en mí. Soy fértil, soy buena tierra. Y toda semilla de palabra que cae en mí, da fruto. He sido creado, para adorarte. Y declaro y establezco, que soy y seré una fuente de adoración. Que debo vivir para adorarte. Alma mía, alaba a Jehová.

Recuerda que es Judá quien vence a los hijos de Grecia. Así sea hecho ahora en la vida de todos los que me acompañaron en esta declaración. Sea decretado, activado y cumplido en el santo nombre de Jesucristo de Nazaret. Amén, amén y amén.

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GRANDES PROEZAS ALCANZAREMOS EN DIOS

NO PERMITAS QUE NADA DAÑE TU PROPOSITO EN DIOS

¡ NO TE HE DICHO QUE SI CREYERES VERAS LA GLORIA DE DIOS

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ENTONCES LO VERAS.
AMEN................................................

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